Hace mucho tiempo, en una de esas
de tantas provincias del norte de la republica, como todo grupo en familia se
encontraba una, mas en esta familia todos realizaban sus actividades, más el
menor de todos siempre triste y en busca de su madre, así pasan los días,
semanas, meses; más la tristeza del pequeño crecía, y también el abandono ya
que los demás no tenían tiempo de leerle, ni saber de él, mas él todos los días
salía a la misma hora a ver una higuera, esta sin frutos era contemplada todos los
días por el niño, le habían manifestado que la había plantado su madre, y que
cuando quisiera saber de ella que solamente se acercara, mas todos los días después
de que partió su madre, y siendo ella una ángel evolucionado, el niño visitaba todos los días la higuera, en ese
lugar encontraba el refugio, pero la tristeza era evidente, solo ahí se
encontraba, entonces el aclamo de tantos días que ya habían transcurrido, el
aclama desde su interior: ¡Mamá tengo hambre!, triste el niño sin que nadie en
ese momento le proporcionara el alimento, mas se lo pedía a la higuera,
dirigiendo sus palabras a la Madre, esta con humildad viendo al niño comenzaron
a brotar frutos, estos fueron creciendo, al termino de un instante la higuera
se cubrió de hojas, de flores y después de frutos, creciendo con amor se los
ofrece al hijo que en ese momento le pide con humildad, el niño recibiendo el
fruto agradeciendo desde el corazón, dejo de llorar y sentirse solo, porque
escucho y sintió a su madre presente, el alimento es la prueba que hoy es con
amor, así también que expresen todos que con amor pidan y recibirán si desde el
corazón es manifestado, mas si desde el ego se habla no recibirán absolutamente
nada, más ser como el niño humildes de corazón, de esa forma pedir y recibirán con
Amor, Respeto y Humildad…
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